miércoles, 15 de octubre de 2008

FACTORES LIMITANTES

A cada instante t de la vida de un ecosistema, se establece un equilibrio entre las condiciones climáticas, las condiciones edafológicas, las necesidades y exigencias de las especies que lo componen. La dinámica permite pasar del estado de equilibrio del instante t0 hacia el del instante t1 (dinámica temporal).
Sin embargo, un espacio forestal equilibrado ofrece simultáneamente, en diferentes lugares, situaciones de equilibrio que corresponden tanto al estado t0 como al estado t1 (dinámica espacial). Si se pretende, en dasonomía, contribuir a hacer vivir y durar estos equilibrios (en particular por necesidades económicas), es necesario conocer precisamente los parámetros y factores limitantes.

Parámetros y factores climáticos
La energía y el agua condicionan la vida, sea ella animal o vegetal.
Para las plantas, la luz es la energía; por tanto:
· La cantidad de luz recibida durante un ciclo completo de estaciones.
· La intensidad de la radiación luminosa recibida en cada estadio del desarrollo de la planta.
Estos dos parámetros se traducen, respectivamente, en términos de duración del ciclo anual de vegetación y de carácter más o menos heliófila de cada especie.
El agua es:
· Su cantidad utilizable en el suelo (reserva útil).
· Su reparto durante el ciclo anual de vegetación.
Estos dos parámetros se traducen, respectivamente, en carácter higrófilo a xerófilo del espacio, y en balance de evapotranspiración de las especies.

Factores edafológicos
La roca madre, el suelo, resultado de su descomposición, o llegado por migración, y el humus resultado de los procesos de descomposición de la hojarasca, constituyen el segundo bloque de factores limitantes por:
· La profundidad de aparición de la roca madre.
· La composición del suelo, es decir su proporción de arcilla, de limo y de arenas, y de su pH.
· La velocidad de descomposición de las cubiertas muertas.
La profundidad de aparición de la roca madre condiciona las características del enraizamiento (dicho llanamente: rastrero o pivotante).
La composición del suelo determina las condiciones de retención del agua y la riqueza del complejo arcilla-humus. La velocidad de descomposición de las cubiertas muertas influye sobre la germinación de las semillas y el pH en superficie, induciendo un cortejo de especies que puede ir desde las más neutrófilas hasta las más acidífilas.

Factores biológicos
Es posible resumirlos rápidamente en:
· Longevidad de las especies.
· Prolificidad, que comprende dos términos: el número de granos y su facultad de dispersión.
· Los caracteres dallelopathie de ciertas especies.
Estos tres factores condicionan la competencia intra e interespecífica.

Los accidentes de origen natural o antrópico
No son, propiamente, parámetros o factores limitantes, sino más bien elementos de ruptura en el continuum temporal del ecosistema. No obstante, algunos de ellos, como los incendios, pueden jugar
Un papel activo en los procesos de renovación de las poblaciones, y de alguna manera permitir a la dinámica forestal reactivarse.

Los factores antrópicos
Tanto como los fenómenos accidentales, estos factores pueden tener una influencia brutal, incluso destructiva, sobre el ecosistema forestal. La agricultura, la urbanización y la implantación de vías de comunicación son, evidentemente, los casos en los que la desaparición del ecosistema forestal suele ser irreversible. Incluso cuando las tierras agrícolas retornan a la condición de bosque, la influencia de los factores culturales sigue percibiéndose duraderamente.
La renovación de las poblaciones forestales puede constituir un segundo dominio donde la influencia del hombre es determinante. Una mala elección de especies objetivo, o la práctica de una silvicultura monoespecífica puede, en efecto, resultar catastróficas para el futuro del ecosistema.
Este conjunto de factores y parámetros susceptibles de modificar, limitar las dinámicas naturales, no debe, sin embargo, inhibir la acción del forestal. Tomar en cuenta de forma cada vez más afinada todos los elementos, constituye, por el contrario, una fuente de progreso en la calidad de los itinerarios técnicos aplicados en la silvicultura y de las opciones previstas en los documentos de gestión (planes de gestión, ordenación forestal).